El tiempo que trabajé en el tambo aprendí algunas cosas sobre el campo, las vacas y la lechería.

Como que decir la vaca come pasto, cosa que yo creía como verdad absoluta… era tema de chicos de tercer grado del colegio, porque las vacas comen muchísimas cosas más, y todo está cuidadosamente medido para que una vaca rinda mas litros de leche: pasto, soja, algodón, maní, cebada, maíz, sorgo, arroz, trigo, salvado de trigo, de cebada, avena, trigo, zanahorias, remolacha, papas, nabos, linaza, canola, girasol, cáscaras de naranjas… si, cáscaras de naranja!!! …  y también alimento balanceado.

Si uno pensaba que estar un mediodía cualquiera en Florida y Corrientes o manejando por las calles de Buenos Aires esquivando piquetes podía ser estresante… conformate sabiendo que las vacas, en el campo y mirando pasar la vida, también se estresan!… y hay que cuidarlas, porque vaca estresada produce menos litros. A veces se empastan, entonces, como si fuera una traqueotomía, hay que clavarles algo punzante en la panza para que liberen todo el gas que se les queda dentro y puede matarlas. También puede pasar que la vaca, después de parir la cría, no pueda levantarse: vaca caída puede llegar a ser sinónimo de vaca muerta. Aprendí sobre calidad de la leche, recuento de bacterias y células somáticas, y lo que pasa cuando todo un tanque de leche está contaminado. Todo muy interesante.

Tomé nota mental, para que llegado el caso en que la reencarnación sea un hecho y se pueda elegir, jamás volver a esta vida como vaca lechera, y menos todavía como ternero: la vida de las vacas es bastante triste! La vaca vive preñada, por obra y gracia del inseminador, nunca por un toro, y nada más nacer, le sacan el ternero… hasta que meses después y sin demasiado descanso, se vuelve a empezar el ciclo. El ternero, si es macho, tiene un pase directo al matadero, y si la vaca se estresa, se distrae y da menos leche que los 17 a 20 litros diarios previstos, sigue esa misma ruta.

También reconocí que hay trabajos mucho mas duros que esos de los que nos quejamos, y que ser tambero (el empleado, no el empresario!) es bastante sacrificado, arranca el día a las 4 de la mañana, y no importa que sea domingo o feriado, llueva a cántaros o haga un calor infernal, dos veces al día hay que repetir todo el proceso de ordeñe, alimentación y pastoreo… ¿de qué me quejo? Trabaja toda la familia, hasta los más chicos que se ocupan de la guachera, donde están los terneritos recién nacidos.

Supe lo condicionante que es el tiempo: cuando nos quejamos de la lluvia, otros la agradecen como un milagro…   y que a veces el milagro es acomodarse a los cambios de las reglas del juego.

Esos pocos años que trabajé para el tambo disfruté, después de pasar por momentos demasiado difíciles en el colegio, de no tener mayor responsabilidad que la que implicaba mi trabajo y de la tranquilidad que daba sentir que por el momento, si había algún problema, era ajeno y esta vez le quitaba el sueño a otro, no a mí!  Por un tiempo, eso solo, ya fue un  alivio. Las complicaciones del colegio, siguen, pero ese es otro tema.

Hoy… Saquen una hoja… Composición:  LA VACA