No trates de controlarlo todo… Vos empujá el carro, que los melones se acomodan solos.
Hace poco lo leí por ahí…
Pero hay que tener cuidado por donde se mete uno, porque un minuto de distracción y no ve venir un lomo de burro o un pozo en el camino: los melones volaron por el aire!.
Uno empuja siempre el carro, al fin y al cabo es muy de uno, y ¿quién más interesado que uno mismo en empujarlo?…pero, no importa tanto lo bien que hagamos las cosas, o cuanto esfuerzo le pongamos, no hay garantía de éxito. Siempre hay variables que no podemos controlar, y menos modificar. A veces ni siquiera podemos controlarnos a nosotros mismos!… y también depende de una buena cuota de suerte.
Queramos o no, la vida no nos pide permiso, y no todo termina siendo como uno pensaba o esperaba que fuera. No siempre la ecuación es proporcional: a mayor esfuerzo, mejor resultado. Podemos haber hecho un montón, y encontrarnos un día parados encima de la nada … o no haber hecho nada en absoluto y sorprendernos con algo que jamás hubiéramos imaginado que nos iba a pasar 😉 . Mejor pensar que a veces se gana, y a veces se pierde, que no hay justicia divina, ni libro de quejas.
Por eso, si, seguir empujando el carro … si los melones volaron por el aire, no queda otra… mientras uno los levanta quizás sirva repetírselo como un mantra: poné un poco más de cuidado, no trates de controlarlo todo… vos empujá el carro que los melones se acomodan solos. Las veces que sea necesario.
Y para vos …¿las cosas se acomodan solas, o somos nosotros que nos acomodamos a ellas?
12 comentarios
Comments feed for this article
octubre 7, 2011 a 12:59 pm
Patricia
Me parece que a veces hacemos lo debido y los melones se acomodan solos. Y otras veces no. La vida no siempre parece hacer justicia con nuestro esfuerzo y dedicación, pero a lo mejor estamos poniendo la energía donde no corresponde y por eso los melones no se acomodan solos.
octubre 7, 2011 a 1:55 pm
Ana
Yo creo que es como vos decís; no siempre hay estricta relación entre esfuerzo y resultado. Pero creo que, de existir ese libro de quejas, sólo podríamos llorar sobre los melones derramados si hicimos todo lo posible de nuestra parte, ¿no?
Un beso!
octubre 7, 2011 a 2:10 pm
Gamar
Tal cual. No es mi frase de cabecera, pero vivo así.
No hay duda que se acomodan solos y no depende de como hagamos las cosas.
Si se las hace bien, se acomodarán parejitos y si se las hace mal se acomodarán en una esquina pero se acomodan siempre.
Y si, nos acomodamos también a las cosas hasta cierto punto. Algunos más que otros. Yo como soy bastante inconformista, me la paso desacomodando melones para que se vuelvan a reacomodar, pero en general, querer controlar todo es patológico y nunca termina bien.
La naturaleza nos creó así, dejando que cada especie se acomode a su entorno y evolucione.
octubre 7, 2011 a 5:40 pm
winnie0
Cada vez lo tengo más claro en esta vida: Lo que tenga que pasar…pasará..y con esa premisa vivo.
Besos y buenas noches
octubre 7, 2011 a 7:05 pm
La viajera ecuatorial
Creo que hay un `poco de las dos cosas. Los melones se van acomodando de formas que, a veces, nunca nos hubiéramos imaginado. Nosotros también nos vamos adaptando.
Si nos gusta, bien y si no, hay que hacer fuerza para conducir el carro hacia otros rumbos (sin garantía de nada, claro)
Un beso
octubre 8, 2011 a 12:07 pm
Vesper
Para mi lo mas importante es no dejar de empujar el carro nunca, mil veces mis melones volaron por el aire, pero lo que me ayudo es empujar , incluso a veces con melones de menos porque algnos no volvieron mas al carro… lo importante es seguir teniendo el carro!!
octubre 8, 2011 a 8:31 pm
Verito
Jaaa! Buenísima pregunta, Ana! Yo creo que los melones se acomodan siempre, pero el quid de la cuestión está en saber qué es lo que consideramos «melones»: a veces, los melones son los quilombos de afuera que nos ocupan y nos preocupan que, previsiblemente, se ordenan a gusto y piacere; y otras veces, los melones son nuestros propios marulos que se acomodan a la situación y dejan de rebotar con las esquinas cada vez que se zarandea el camión. 😉
Beso grande. ¡Excelente post!
octubre 9, 2011 a 4:52 am
winnie0
Sin duda yo (y creo que casi todos) nos amoldamos cada día a lo que nos va dando la vida. Un beso
octubre 9, 2011 a 8:13 pm
Sin ton ni san
Si consideramos al melón como un problema es mejor no darle mucha vuelta al tema y dejar que los melones se acomoden solitos.
En definitiva, si no se terminan de acomodar a nuestro gusto y piacere, somos nosotros los que vamos buscando la manera de acomodarnos a la nueva situación.
Saludo
octubre 14, 2011 a 2:08 pm
María Mirta Lepetisa (Trapitos al Sol)
Creo que suceden las dos cosas. A veces son las cosas las que se acomodan. Otras, somos nosotr@s
octubre 16, 2011 a 10:03 pm
zeith
no tengo la mas puta idea… Supongo q lo que una haga influye, pero a veces tienen una pinta de acomodarse solitas q da miedito.
octubre 20, 2011 a 9:04 am
Myriam
jajajajajajajaja me gustó eso d elos melones que se acomodan solos!!!! ¡es genial!
Besos