Así como de un día para el otro la tía Irene se quiso ir al geriátrico, de un día para el otro, diez días después de llegar, decidió que se quería morir. Y se murió.
La tarde antes, en las casi tres horas que estuve con ella, protestó todo el tiempo. Decía que no la dejaban dormir, y muy enojada me contó que la noche antes, su hermano Luisito había estado jorobando todo el tiempo con la luz, y si seguía así, esa noche se iba a quejar. Supuse que estaría desvariando, en un estado de confusión por todo el cambio que había vivido en los últimos días: el hermano se había muerto 64 años atrás, cuando él tenía 23 y ella 22. Estaba enojada, casi furiosa, y solo me repetía una cosa: quiero dormir, no entendés que quiero dormir!!
Al día siguiente, cuando estábamos por sentarnos a tomar el té, gran-reunión familiar, llamaron del geriátrico. La tía Irene tenía problemas para respirar, y nos esperaban para trasladarla al hospital.
Salimos corriendo, con un scon en cada mano, pero cuando llegamos, quince minutos después, ya había muerto. La placidez de su cara, en contraste con el enojo de la tarde anterior, fue impresionante. Y en ese momento, me acordé de la luz, el hermano muerto, y me corrió un escalofrío por la espalda…¿y si en vez de haber sido el delirio de una mente alucinada fuera verdad? ¿ y si fuera que es así como uno se va? Preguntas sin respuestas, porque nunca lo vamos a saber hasta que llegue ese día, pero si fuera así, sería genial…gran-fiesta-gran del otro lado!!!
Lo que siguió después me hizo pensar mucho en otra cosa: ojalá que la vida nos de tiempo, o nos avise con un poco de anticipación, para ordenar un poco, aunque sea un poco nomás, los cajones y poder tirar todas esas cosas íntimas que sólo tienen valor para uno, como las cartas de amor. Las de la tía Irene, se fueron directo al fuego. Las mías, después de hacerlas papel picado, se fueron a la basura. ¿Para qué guardarlas si uno las lleva dentro? Lo demás, ya no importa demasiado.
Y vos, ¿Cómo imaginás que va a ser ese momento? ¿qué hacés con esas cosas tuyas a las que nadie más que vos debería ponerle un ojo encima?
22 comentarios
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septiembre 16, 2011 a 12:44 pm
winnie0
Aprendí con la «marcha de mi madre y de mi padre» que hay ciertos papeles que probablemente lo mejor es romperlos antes de que caigan en manos a las que no interesa…..Un besito
septiembre 16, 2011 a 1:25 pm
Asun
Hace un tiempo leí el libro «La muerte: un amanecer» de Elisabeth Kübler-Ross. Ella trabajó durante muchos años acompañando a enfermos terminales, y basándose en su experiencia con dichos enfermos y en lo que había ido recopilando de lo que ellos le contaban en esos últimos momentos, decía que muchos de ellos afirmaban ver a sus seres queridos fallecidos con anterioridad, de lo que se podría deducir que les estaban esperando para recibirlos y acompañarlos en el tránsito. Así que, es posible que lo de tu tía no fuera una alucinación.
Respecto a las cosas personales que sólo son mías y de nadie más… alguna vez si que he pensado que tal vez sea mejor hacer algo desde ya, pero luego no he hecho nada. Igual debería ponerme a ello.
Un beso
septiembre 16, 2011 a 1:44 pm
María Mirta Lepetisa (Trapitos al Sol)
yo quiero morir a los101 años y durmiento
septiembre 16, 2011 a 2:00 pm
La viajera ecuatorial
Mmm, tengo que hacer una fogatita urgente…
Impresionante lo de tu tía ¿Quien sabe cómo será el tránsito?
Un beso
septiembre 16, 2011 a 2:14 pm
Mel Blanc
Me temo que algo de cierto debe haber sobre el asunto de la luz y de los familiares que esperan o llaman, porque son demasiado coincidentes los múltiples relatos que hay al respecto. Yo sigo creyendo que no me voy a morir nunca, que debo ser una especie de semidios, jeje. Besos, querida!
septiembre 16, 2011 a 2:48 pm
Valentina
Se podrá elegir ? Yo quisiera conocer a mi abuela, que fue separada de mi papá cuando éste tenía 4 anios. Se llama como yo, Valentina. Ojalá sea cierto y pueda conocerla ! 🙂
septiembre 16, 2011 a 3:12 pm
Gla
Algo debe haber de eso, porque mucha gente cree ver familiares fallecidos en horas anteriores a su muerte… Mi abuela en sus últimos días había vuelto a su infancia y hablaba con su padre….Si uno piensa que se reencuentra con seres queridos…claro que debe ser una gran fiesta…
septiembre 17, 2011 a 8:32 am
Gamar
¿Hay que pensar en eso?
Creo que hoy en lugar de quemar cartas, habría que hacer desaparecer contraseñas.
Recuerdo de chico, que los últimos tiempos de mi bisabuela, ella vivía en su infancia, estaba de nuevo en España llamaba a sus padres y a sus hermanos y cuando alguno de nosotros entraba a verla nos preguntaba quiénes éramos, y dónde estaba su papá.
Lo que si quiero, es quedarme en mi casa con mis cosas, no quiero terminar en ningún geriátrico. Tampoco permitiría que mis padres queden abandonados ahí.
Beso
septiembre 17, 2011 a 3:00 pm
Gla
Acuerdo en todo con Gamar…(Y eso es raro eh???) No hay final más triste que estar lejos de lo que uno ama….
septiembre 17, 2011 a 7:43 pm
lu
Qué lindo, ojalá! a mi me gustaría que me venga a buscar mi papá (más adelante igual, todavía necesito estar por acá) que suerte que se fue con tanta decisión. Yo estoy segura que allá hay una fiesta tremenda en la playa, calorcito, todos en patas (ah no…si no tenemos cuerpo) bue, no sé…algo así me imagino. Alegría
septiembre 18, 2011 a 4:28 am
Mai
Desde hace rato que mis cosas personales, existen solamente en mi cabeza y en mi corazòn! El problema es que si me agarra la desmemoriada cuando sea vieja, me voy a olvidar todo!
Yo en cambio, me quedé con todas las cartas de amor de mis abuelos… y aun las tengo conservadas! Se trataban de usted y son poesìa pura, desde la caligrafia perfecta, el papel amarillento hasta la cintita de raso que las mantiene unidas. Agradezco que mi abuela no las haya tirado!
Besos
septiembre 19, 2011 a 3:34 pm
zeith
yo soy inmortal, no pienso morirme (?)
septiembre 19, 2011 a 11:09 pm
Shunca
A mí, muy por el contrario a lo que a tí te gustaría, me encantaría que mi familia leyese mis cosas intimas, mis cartas, mi diario… O en este mundo actual mi blog, mis inbox de facebook, mis emails, mis conversaciones de mensajero guardadas. Que lo lean todo, sin faltar una sola letra, en orden cronológico.
Y más que nadie me gustaría que lo leyese mi nieta, mi sobrina, alguna pequeña mujer que me haya conocido solo cuando yo ya estaba muy vieja para poderle contar mi propia historia. Y que después de que termine de leer toda mi vida en papel, se acuerde de mí, vieja, senil, y piensa que esa anciana que caminaba muy lentamente, antes fue una joven, antes fue una mujer que se enamoro, que lloro, que se quejo, que grito.
septiembre 21, 2011 a 1:31 am
Lola
Impresionante lo de la tía, pero impresionante bien, es decir que deja una buena impresión… como que ojalá sea cierto y que a mí me pase igual… eso sí, creo que me gustaría estar en mi casa (aunque hoy eso es un lujo… y además es una carga para la familia).
Algunos dicen que la edad verdadera de las personas no es la que transcurrió desde el nacimiento hasta el presente, sino la que resta hasta el momento de morir, solo que esa edad casi nadie la sabe.
Yo muchas veces pienso que debería poner en orden algunas cosas «porque nunca se sabe», no sólo cosas que son sólo mías, sino que las entiendo sólo yo y sería un enigma que nadie podría resolver y no es de buena educación dejar preguntas sin responder. Pero de momento soy incapaz de tirar nada de todo eso, y también es cierto que la mayor parte del tiempo vivo como si fuera inmortal… no sé, creo que mientras uno es relativamente joven, es la única manera de vivir… y después espero aceptar bien que soy mortal, incluso vivir con más intensidad o disfrutar más el momento y pensar menos en las consecuencias.
Sigo impresionada con la historia de tu tía
Besos
septiembre 21, 2011 a 11:00 pm
María Mirta Lepetisa (Trapitos al Sol)
Ana: la torta light es la torta casancrem pero le pongo el verde en vez del rojo. Y le pongo dulce de leche Ser -que tiene menos calorías que el común.
La torta casancrem lleva 2 huevos, 1 pote de casancrem chico , 1 pote (el pote vacío de casancrem) de azucar, 2 cucharaditas de esencia de vainilla, 1 1/2 pote de harina leudante. Va en horno suave (160º) por 45 minutos aproximadamente.
x las dudas aclaro que el casancrem es queso blanco untable (es poco ácido) y el verde es descremado
septiembre 22, 2011 a 1:36 pm
Verito
Estoy de acuerdo con Gamar: en las épocas que corren, nos llevamos las contraseñas a la tumba y chau! 😉
La virtualidad tiene muchas ventajas, sobre todo en lo que hace a la intimidad que debe ser respetada / encriptada / vuelta invisible a los ojos de los demás.
Viejas cartas y otras yerbas…. hace ya tanto que fueron a parar a la bolsa de residuos! Son las ventajas de las mudanzas, usted habrá visto. No hay que esperar a irse al geriátrico para aligerar el equipaje. 🙂
Beso grande, Ana.
septiembre 27, 2011 a 10:51 am
Sin ton ni san
Dicen que tenemos que tener todo en orden (especialmente papeles) como si fuéramos a morirnos en cualquier momento y así es no?
Hace poco ví una película con Liam Neeson que trata un poco sobre este tema. Su esposa muere de cáncer y a los pocos días logra tener acceso a su mail y descubre que ella tuvo un amante por años (Antonio Banderas). Un despiplume que ni te cuento!! Por mí que encuentren lo que quieran, total, yo no me voy a enterar 🙂
Es verdad que la gente que está próxima a morirse suele ver «dead people». Mi abuelo, 2 días antes de fallecer, le dijo a mi abuela que había estado charlando en la puerta de su casa con un amigo que hacía 5 años que había muerto. Supongo que si es una preparación para el más allá, está bueno…. que se yo….
Saludo
septiembre 28, 2011 a 11:11 am
mercedesmolinero
Yo lo tengo todo en orden «por si las moscas» como decimos por aquí y así el día que llegue, llegó y me voy sin hacer mucho ruido, dejando todo en orden y bien establecido.
Un abrazo
octubre 8, 2011 a 12:04 pm
Vesper
Ay Ana! que tema para pensar , en general la muerte no es algo que me preocupe normalmente, siento que si me sorprende no me molestaria , por suerte estoy en una epoca en que me siento en paz y conforme , asi que no pasaria nada si la amiga !Parka» decide venir, pero…. ahora si me dejaste inquieta, eso no lo habia pensado , quien tocara mis cosas hiper personales ….. marche una trituradora de papel con caracter de URGENTE!!!!
besos
octubre 20, 2011 a 8:59 am
Myriam
¡Qué amoroso Luisito que la vino a buscar!
Yo periódicamente rompo papeles. No me gusta amontonar cosas. Por eso, si mañana me trasladara a otro pais, lo haría en un chick chack o en un plin, plás, que es lo mismo.
Un beso y te estoy enviando un correo. Recién ahora estoy normalizándome a mi regreso. Todavía debo millones de visitas a blogs amigos
octubre 20, 2011 a 9:00 am
Myriam
ush se borró mi comentario
octubre 20, 2011 a 9:01 am
Myriam
¡qué suerte, veo que se publicó!